ASÍ SURGIÓ LA TRADICIÓN DE LAS 12 UVAS DE FIN DE AÑO

Por DAVID SALCEDO HERNÁNDEZ

• La vieja tradición de comer uvas parece coincidir, en cuanto a sus teorías de origen, con España, y con una época que se ubica entre los 120 y 140 años atrás

Cada fin de año, en la mayor parte de países de América tenemos la costumbre de comer doce uvas que acompañan las doce campanadas anunciantes del Año Nuevo. Pero, ¿sabes por qué lo hacemos? Hay un par de teorías al respecto que aquí recuperamos.

Una primera versión dice que esta costumbre viene de Madrid, España, a finales de 1880, cuando la clase burguesa y adinerada comenzó a imitar los hábitos alimenticios de los franceses, donde era muy popular el consumo de uvas con vino espumoso, así que los periódicos comenzaron a hablar de esta fruta, popularizando su ingesta.

Pero algunos grupos que no pertenecían a la burguesía decidieron hacer ironía de esta práctica y compraron uvas para acompañar las campanadas de la Nochevieja al pie de la plaza madrileña Puerta del Sol.

Como esta celebración se realizaba en las calles y con grandes fiestas, los locatarios comenzaron a adoptar poco a poco algo que empezó como un chiste, hasta que posteriormente se celebró en toda España y se exportó a América.

Mismo origen, diferente teoría

La otra historia señala que, a principios de 1900, unos productores de la ciudad de Alicante, ubicada al sureste de España y con cuatro lenguas oficiales -castellano, catalán, gallego y euskera- tuvieron una cosecha excedente de uvas blancas, tradicionales del lugar y mejor conocidas como Aledo.

Así que bajaron los precios de su producto para incentivar la compra. Su estrategia de ventas resultó tan bien, que todos los comerciantes de la zona hicieron lo mismo, dándole el significado a las uvas blancas de “buena suerte” para iniciar el Año Nuevo.

Aunque en ambos casos todo comenzó con el consumo de la uva blanca, en América la época decembrina no es la idónea para esta fruta, así que se tuvo que cambiar por uva morada o pasas.

¿Uva morada o blanca?

Desde el punto de vista dietético las uvas blancas no son tan diferentes de las moradas, ya que solo tienen mayores concentraciones de azúcares que las dotan de más calorías, por esa razón algunas personas las prefiere, pues son ricas para el paladar.

Actualmente, el precio de la uva blanca en los supermercados está por encima de los 70 pesos por kilo, mientras que la morada rebasa los 40, esto se debe, como se menciona arriba, a la temporada de la cosecha.