Qué es la basura electrónica y cómo te afecta

Cada mexicano genera cerca de 10 kilos de basura electrónica al año, pero se conoce poco sobre el riesgo que hay en torno al mal manejo de estos desechos

Por KAREN FLORES

  • Cada mexicano genera cerca de 10 kilos de basura electrónica al año, pero se conoce poco sobre el riesgo que hay en torno al mal manejo de estos desechos

Prácticamente todos disfrutamos la experiencia de comprar un teléfono móvil, estrenar una TV, abrir el empaque de un nuevo dispositivo o adquirir un electrodoméstico que facilite el ritmo de vida, pero ¿cuál es el final de estos productos cuando cumplen su ciclo de uso?

¿Conoces cuáles son los riesgos existentes al desecharlos de manera incorrecta?

Así como en los últimos tiempos hemos aprendido a separar adecuadamente nuestros residuos —ya sea en orgánica, inorgánica, metales, papel, cartón, plásticos, envases y residuos tóxicos—, también deberíamos tener en cuenta la existencia de la basura electrónica y cómo desecharla.

Los aparatos eléctricos y electrónicos han traído enormes beneficios en la calidad de vida de las personas y en sus actividades. Sin embargo, la modernización de la tecnología y el sistema actual de producción y consumo de estos aparatos pueden representar una amenaza a nuestra salud y medio ambiente si no se manejan adecuadamente.

Como consumidores finales nos concierne el desecho oportuno de este tipo de productos.

En 2018, el mundo generó más de 50 millones de toneladas de residuos electrónicos, el equivalente a tirar a la basura 4 mil 500 torres Eiffel, de dicha cantidad sólo el 20% se recicla correctamente, detalló en un informe la OMS.

Todos producimos basura electrónica

El concepto de basura electrónica podría determinarse como los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, incluyendo todos sus componentes, subconjuntos y consumibles.

Pueden considerarse como tales: enchufes, cables, baterías, tostadoras, teléfonos, paneles solares, refrigeradores y microondas, también pantallas, monitores médicos, computadoras, laptops, medidores, consolas de videojuegos, tablets y teléfonos móviles. Todo aquello electrónico que hayan cumplido “su ciclo de vida”.

A diferencia de desechos como el vidrio, el papel o la madera, los residuos de productos electrónicos contienen sustancias peligrosas y materiales valiosos, tales como el oro, cobre, níquel, indio y paladio, por lo que se les debería brindar un tratamiento especial.

Para que te des una idea, hasta 60 elementos de la tabla periódica y más de mil sustancias pueden estar presentes en un teléfono inteligente; el 70% de los residuos peligrosos de productos electrónicos acaban en vertederos.

¿Cómo te afectan?

La basura electrónica no sólo es una fuente de contaminación para nuestro medio ambiente, sino un riesgo para nuestra salud en caso de no ser desechada de manera adecuada.

Cada mexicano generó en 2019 un aproximado de 9.7 kilos de desechos electrónicos.

El cadmio puede provocar cáncer, debilidad en los huesos, daño al hígado y riñones; el cromo daña al cerebro, los riñones y todo el sistema nervioso; el selenio puede ocasionar cabello quebradizo e hinchazón en la piel; mientras que el mercurio irrita los ojos, por mencionar algunos.

Como escenarios de contaminación de este tipo de residuos, están los vertederos a orillas de ríos, reparación o desmontaje manual, quema de residuos a cielo abierto para obtención de ciertos metales y sitios de disposición final como relleno.

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