¡Salud! Guía para convertirte en un experto mezcalero

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• Te decimos los básicos que necesitas saber antes de adentrarte en el mundo del mezcal, una bebida cuya calidad y tradición es cada vez más reconocida

“Para todo mal, mezcal; para todo bien, también; y si no hay remedio, litro y medio”, reza un viejo adagio de la cultura mexicana. Todo gran amante de las bebidas espirituosas sabe que nunca debe faltar una botella de este destilado en su cantina o en sus reuniones.

Antes de la pandemia, el mezcal fue una de las bebidas que presentó mayor crecimiento en su popularidad e industria; tan solo en 2019, su producción creció 30 por ciento con respecto a 2018, al fabricar poco más de 7.4 millones de litros.

Por eso, LAS BUENAS COMPRAS te da algunos tips y datos para que te hagas un experto al momento de adquirir un buen mezcal y simpre estés en tendencia con tus amigos y seres queridos con quienes quieras pasar un buen momento.

Historia del mezcal

La leyenda zapoteca cuenta que el mezcal proviene de la diosa Máyalt, quien poseía 40 mil senos de los cuales brotaba un elixir maravilloso que ofrecía a sus adoradores.

En tanto, los historiadores dan crédito al Imperio Azteca de la creación de la bebida, ya que el brebaje era conocido como mexcalli, palabra náhuatl que puede traducirse al español como “maguey cocido”.

Por otra parte, la elaboración actual se atribuye a una técnica de destilación árabe que trajeron los españoles en el siglo XVI; al paso del tiempo se le añadió un gusano como elemento distintivo, pero sólo se trató de una estrategia de marketing en la década de 1950.

¿Qué diferencia hay entre mezcal y tequila?

Ambos son destilados de agave; sin embargo, el tequila sólo se produce con agave azul (también conocido como tequilana weber), mientras que el mezcal puede elaborarse con hasta 30 o 40 especies de esta planta, siendo la más común el espadín.

Tanto el tequila como el mezcal cuentan con DO (denominación de origen) con lo que se protege su fabricación. El tequila sólo se puede crear en el estado de Jalisco y en algunos municipios de Tamaulipas, Nayarit, Guanajuato y Michoacán.

Por su parte, Oaxaca es reponsable del 80 por ciento de la fabricación del mezcal, pero las otras entidades que pueden elaborarlo son San Luis Potosí, Guerrero, Guanajuato, Durango, Tamaulipas, Aguascalientes, Zacatecas, Puebla, Michoacán, Morelos, Estado de México.

Respecto a la eleboración, el tequila utiliza un proceso más industrial al servirse de hornos de mampostería para la cocción de los agaves a base de vapor, mientras que el mezcal aplica una técnica más tradicional para asar su agave y usa hornos bajo tierra, lo que le da su sabor ahumado.

Joven, fuerte y atractivo

Los especialistas recomiendan siempre apostar por la juventud, ya que —a diferencia del whisky—, el mezcal pierde con el tiempo propiedades que le dan su sabor característico.

Hay cuatro tipos de mezcal: joven, son envejecidos hasta por dos meses y son transparentes; reposado, maduración de dos a 12 meses, con un tono amarrillo dorado; añejo, envejecido durante al menos un año y posee una tonalida café u ocre (estos tres reposan en barricas) y por último el madurado en vidrio, que es más local.

Asimismo, lo recomendable es elegir un mezcal con alto grado de alcohol, ya que entre más alto sea este rubro tiene menos riesgo de adulteración, además de que las diluciones no le vienen bien a la bebida.

Por último, la presentación es uno de los aspectos que también debes tomar en cuenta, ya que —debido al complejo proceso de fabricación—, las marcas buscan etiquetas y botellas llamativas para resltar la tradición y la calidad del producto.