¿Qué comer y qué no si sufres rinitis?

Por DAVID SALCEDO HERNÁNDEZ

• Algunos alimentos incrementan considerablemente los malestares respiratorios, mientras que otros ayudan a reducir los síntomas de la rinitis

Las alergias se expresan cuando nuestro sistema inmunitario reacciona ante una sustancia ajena, puede ser el polvo, el polen, el cabello de las mascotas o en alimentos muy específicos.

Cuando esto sucede, tu sistema inmunitario produce anticuerpos que identifican a un alérgeno en particular como dañino, incluso cuando se trata de algo tan inocente como un camarón seco.

Entonces, el cuerpo produce un cambio en la piel, senos nasales, vías respiratorias o en el aparato digestivo.

La gravedad de las alergias depende de la persona y puede ir desde una irritación menor hasta una situación de emergencia. Esto se vuelve más presente en ciertas temporadas, como las de frío, con las cuales se desencadena la rinitis alérgica, comúnmente denominada fiebre del heno o alergia estacional.

Por eso, en LAS BUENAS COMPRAS te compartimos algunos alimentos que te beneficiarán si sufres alergias de temporada y otros que debes evitar para no incrementar los molestos síntomas.

LOS QUE TE AYUDAN CONTRA LA RINITIS

Empecemos por las frutas, que son uno de los alimentos más estacionales y, por suerte, sus propiedades son muy benéficas para aquellos que sufren de alergia estacional por sus antioxidantes, vitaminas y minerales.

El kiwi es alto en vitamina C, además actúa como antihistamínico y estimula el sistema inmunológico para prevenirlo de la infección y acortar la recuperación. Lo recomendable es comer un pedazo antes de dormir. 

La combinación de oro es pera con manzana, ambas ricas en quercetina, que es un flavonoide (pigmentos naturales y antioxidantes) que ayuda a estabilizar nuestro sistema inmunológico, ayudando contra esa molesta secreción nasal y lagrimeo.

Por su lado, la miel es un gran alimento para las personas que sufren rinitis. No solo resulta un buen sustituto de endulzantes que incrementan los síntomas de la alergia, sino que provee ciertas dosis de polen al organismo, lo que fortalece la resistencia a los alérgenos.

Por otra parte, el aguacate, que además es una fuente principal de vitamina C, es una delicia que puedes acompañar con muchas comidas; es alto en vitamina E, por lo que es un potente antioxidante y ayuda a disminuir las inflamaciones provocadas por polen y polvo. 

… LOS QUE NO

Por el contrario, hay algunos alimentos que podrían empeorar o desencadenar una alergia, ya que, como mencionamos, el sistema inmunológico reconoce ciertas sustancias como ajenas. La mayoría de ellas son proteínas e histaminas que causan inflamación.

El exceso de azúcar es uno de los factores que no se asocian tan seguido a los padecimientos alérgicos respiratorios, sin embargo, especialistas médicos han señalado que el alto nivel de carbohidratos en la dieta provoca congestión nasal, y con ello se pueden desatar los principales malestares de la rinitis.

Los cacahuates, aunque son difíciles de esquivar, más en temporada decembrina, pueden provocar esa pequeña hinchazón, sensación de tos, rinitis u hormigueo en la garganta, aunque algunos niños (y adultos) pueden superar estas condiciones, siempre es mejor prevenir que lamentar.

Por estas épocas también es muy común consumir mariscos (incluidos los secos), como los romeritos, pero estas especies marinas pueden provocar intoxicación, pues son fuente de histamina, que genera reacciones alérgicas importantes, incluidas las del tipo respiratorio.

Siguiendo la misma línea, el pescado es la tercera causa de alergia más común después de la leche y el huevo: las especies más comunes son el atún o el salmón. Si bien no se trata de no comer pescado, las personas con alergia son más propensas a sufrir los efectos secundarios de su ingesta.