Lo que debes considerar al comprar un árbol de Navidad

Por DAVID SALCEDO HERNÁNDEZ

• El árbol de Navidad es un infaltable de esta temporada; cada vez hay más opciones pensadas en aquellos que buscan cuidar el medio ambiente

Se acerca la Navidad, año nuevo, y con ello la tradición de poner el clásico árbol para los regalos. Pero desde hace unos años, el factor del cuidado ambiental ha impactado directamente en crear consciencia sobre los recursos que tenemos a nuestra disposición, como los árboles.

De acuerdo con la Comisión Nacional Forestal (Conafor), anualmente en México se compran entre 1.6 y 2 millones de árboles de Navidad, de los cuales, 40% son producidos en el país y el resto se importa de E.U. y Canadá. 

La demanda de estos productos naturales incrementa notablemente a partir de noviembre hasta mediados de diciembre, particularmente en la Ciudad de México y su área Metropolitana, la cual concentra el 60 por ciento del consumo total. 

Ante esta situación, cualquiera pensaría que la alternativa más ecológica sería adquirir uno de plástico, ya que son reutilizables; sin embargo, la producción de estos es totalmente contraproducente, pues para hacerlos queman enormes cantidades de biomasas y PET (tereftalato de polietileno), generando emisiones gaseosas y particuladas a la atmosfera, como dióxido de carbono, metano y óxido nitroso, principales causantes del Efecto Invernadero.

Pero si como consumidores no podemos gastar más nuestros recursos en un árbol natural y tampoco comprar uno de plástico, ¿Qué opción nos queda?

Lo primero es desmitificar los árboles naturales, si bien es cierto que los recursos humanos son limitados, desde hace muchos años diversos gobiernos han incentivado el cultivo de estos productos con propósitos comerciales, es decir, se han plantado con este propósito y su manejo es mucho más sostenible.

ÁRBOLES SOSTENIBLES

De hecho, la Conafor lanzó desde 2011 el Manual para la producción de árboles de Navidad con el objetivo de incentivar a los productores a hacer esta actividad,

El documento destaca que “las plantaciones forestales comerciales de árboles de Navidad son agronegocios que requieren una inversión financiera a largo plazo… Después de los primeros ingresos, se vuelven rentables y auto sostenibles para continuar con los siguientes ciclos de producción”.

Su precio varía dependiendo de dónde lo compres y del tamaño, los hay desde 500 pesos en el Mercado de plantas y flores de Cuemanco o Madre Selva, en Xochimilco, hasta los que superan los mil pesos, estos miden al menos un metro con ochenta centímetros.

Eso sí, una vez que termine la temporada debes llevarlo a un centro de acopio de reciclaje.

Si quieres saber dónde queda el punto de venta más cerca en tu delegación, puede checar el catálogo que ofrece la Conafor aquí, pero es recomendable que marques a los teléfonos indicados.

NO COMPRES; RENTA UN ÁRBOLITO

Otra opción más barata es rentar un árbol, es algo muy viable porque te los llevan hasta tu casa y ya vienen en maseta, pero debes tener en cuenta que requieren cuidados especiales, como que solo (algunos) soportan luces led, no debes ponerlos cerca del sol ni colgarle objetos muy pesados. 

Un lugar donde puedes solicitar este servicio es Reforestalia, donde los hay desde 300 pesos de 60 centímetros; La Casa de las Galateas, en la Colonia Condesa, es otra opción confiable.

Ahora que si no quieres gastar dinero, siempre está la opción de ponerse creativo, los árboles de cartón son una opción ideal, hay algunos prefabricados y que puedes encontrar en Amazon u otras tiendas por un precio aproximado de 200 pesos, o en dado caso, lo puedes hacer con tus propios recursos.

También los hay de madera usada o de estructuras metálicas, estos solo los tienes que clavar en tus paredes, las piezas las puedes cruzar unas con otras o simplemente acomodarlas de la más grande a la más pequeña para que siga esa figura piramidal de los árboles navideños.

Un árbol flotante es una idea muy creativa y económica, solo tienes que poner clavos en tu pared que sigan una línea zig-zag hasta hacer la forma del pino, enreda la luz de colores o blanca para que parezca un árbol de navidad pegado en tu pared.