¿Cuáles son los quesos frescos y qué beneficios aportan?

Por DAVID SALCEDO HERNÁNDEZ

• Los quesos frescos, como el panela, Oaxaca, doble crema y canasto son parte importante de los antojitos mexicanos

El queso suele ser una especie de fruto prohibido para los amantes de la comida, ya que lo primero que se suele pensar es en esa textura viscosa que se va derritiendo en una deliciosa quesadilla al ser expuesta al calor.

Pero el queso no es solo eso, ya que hay diferentes variedades y cada una con sus propiedades únicas, por ejemplo, los quesos frescos (o blandos) no son salados ni chiclosos, por el contrario, su sabor no es muy intenso y se distinguen por la humedad que tienen al tacto.

Además, su método de preparación no es tan larga, de hecho, es algo que se puede hacer de manera casera, pues a la leche se le agrega cuajo, se prensa y se deja escurrir por un periodo menor a 24 horas y listo.

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Esto tiene sus diferentes métodos y porciones, de las cuales se obtienen principalmente el queso panela, doble crema, Oaxaca, mozzarella, canasto o ricota.

¿SABES IDENTIFICAR LOS QUESOS FRESCOS?

Lo primero que los distingue de los quesos maduros y semi-maduros es el color, pues la mayoría de los frescos son blancos y firmes, tienen una textura un poco blanda, parecida a la de una plastilina, excepto por el Oaxaca, el cual se estira cuando está expuesto al calor.

En general los quesos frescos son húmedos y su tiempo de vida es relativamente corto, no más de una semana y media, por esa razón se les llama frescos, pues están hechos con leche pasteurizada y no se deben dejar madurar.

Este alimento es muy versátil, pues puede ir en ensaladas, comidas saladas o dulces, por ejemplo, el queso crema con chocolate es una combinación de oro, o queso ricota con pan.

Pero en la gastronomía mexicana les sacamos todo el provecho, las flautas, quesadillas, tacos dorados, tortas de huevo o un buen menudo puede ir acompañado perfectamente con queso Oaxaca, panela o canasto, esto debido a su toque salado, pero húmedo.

Además, la ensalada rusa, del César o un pambazo que se haga respetar debe llevar su toque de queso fresco, no solo por el sabor, también al reducido contenido de grasas naturales que tiene el queso fresco.

Los quesos frescos tienen un gran valor nutrimental, pues aportan menos sodio o sal por porciones, además, ayudan a disminuir los problemas cardiacos y síntomas de arteriosclerosis.